Es bien sabido que para nosotros, habitantes de la región centroamericana, el mes más lluvioso del año es octubre. Sin embargo este octubre del 2008 se las trae. Como resultado del temporal que nos azota las cifras son elocuentes: 274 pueblos afectados por la lluvia, 37 albergues habilitados en todo el país que refugian a unas 2000 personas, 12000 personas afectadas directamente por el desordamiento de ríos y quebradas y derrumbes, 73 tramos de carretera destrozados en la zona del Pacifico y Guanacaste, 424 acueductos rurales afectados y 287 viviendas dañadas. Todo a esto a cuatro meses de la recién pasada tormenta tropical Alma, de cuyos efectos aún no acabamos de reponernos.Además, las autoridades creen que el país será azotado por varios temporales más en lo que resta del año, por lo cual "el 2008 será histórico en cuanto lluvias". Vaya historia, en un país en donde los más afectados generalmente son los más pobres y en donde la prevención de riesgos a desastres es aún incipiente y donde al parecer no aquilatamos las lecciones aprendidas.
Este año debería ser histórico por otras razones, por que a los proyectos de inversión pública se les exiga su correpondiente análisis de riesgo, por que las acciones de prevención pesen más que las de mitigación y por que en realidad comprendamos todos y cada uno de nosostros que lo sucedido a otras personas, en materia de desastres, tiene efectos sobre toda la comunidad y el país en general.
En las fotos, tomadas del diario La Nación, se ilustra el paso de este temporal.
