martes, 20 de diciembre de 2011

A manera de excusa


Estaba tratando de buscar alguna excusa para subir a mi blog. En realidad no quiero tratar sobre el fracaso de Durban ni sobre la negra conciencia de los contaminadores. No, en este final de año quiero estar en paz conmigo mismo y disfrutar de lo que mi entorno me ofrece. Quiero olvidar por unos días mi trabajo y refugiarme en ese trozo de tierra caribeño en el que a ratos me rehago. Quiero ver de nuevo el paisaje de la foto, antes de que deje de existir, y que el verde intenso se me impregne en las pupilas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Tras de Durban, quién gana?

Mesaredonda.cubadebate.cu

Antes de referirme a Durban quiero rescatar el concepto de Paul Devereux sobre la tribu mundial. Allá por los 90 decía "...los problemas políticos y ambientales son fruto de estados interiores. La agitación política nace de la confusión mental y emocional, y las numerosas formas de decadencia ambiental que ocurren en todo el mundo reflejan una erosión equivalente de nuestra condición espiritual, de nuestro conocimiento interior de nosotros mismos. La tribu mundial se encuentra con que no comprende su propia psique ni se relaciona con ella. Todas las tribus tradicionales tenían un modelo que les permitía situarse armoniosamente en el mundo, que les daba acceso a la experiencia espiritual directa. La desorientada e inquieta tribu mundial no tiene un modelo semejante."

Vaya, veinte años después nos encontramos que tras largas deliberaciones, la COP17 no llega a acuerdos concretos, algunos dicen que fue un fracaso, otros se alegran de los pírricos logros obtenidos. Sin embargo, en esa confusión con los Estados Unidos, China e India a la cabeza, es claro que por el momento van ganando los contaminadores.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Kioto, y más allá?

Foto: EFE

El próximo 9 de diciembre sabremos si los intentos por salvar el Protocolo de Kioto, que expira en el 2012, habrán dado buenos frutos.

Arrancó en Durban, Sudáfrica, la COP17 que congrega a unos 20.000 delegados y observadores de casi 200 países para abordar esa gran amenaza para el planeta que representa el cambio climático.

El Protocolo, acordado en 1997, obliga tan sólo a 37 naciones industrializadas y a la Unión Europea a recortar sus emisiones en un 5% con respecto a 1990 en el periodo 2008-2012.

Para variar, los Estados Unidos, el segundo mayor emisor de dióxido de carbono (CO2) del mundo, sigue sin ratificar dicho Protocolo, mientras que el acuerdo dejó sin compromisos a grandes países como China, principal emisor de CO2, Brasil y la India por considerarlas economías emergentes.

Sin embargo ya empezaron los nublados del día, o de la conferencia, ya que el segundo enviado de Estados Unidos para el Cambio Climático, Jonathan Pershing, afirmó que cualquier futuro acuerdo de reducción de gases que reemplace a Kioto, debe implicar por igual a los países desarrollados y las economías emergentes como China.

Asimismo, el asunto se complicó aún más después de que el Gobierno de Canadá manifestara que ese acuerdo es “cosa del pasado”, sin confirmar ni desmentir versiones periodísticas que hablan de que ese país anunciará antes de fin de año su retirada formal del acuerdo.

Vaya, y algunos que esperábamos que el planeta, nuestra casa, tuviera al fin una alegre navidad.


martes, 18 de octubre de 2011

Mas allá de la ventana


En los últimos nueve días esta es la imagen que veo desde mi ventana, gracias a un sistema de baja presión que afecta el área centroamericana. Desafortunadamente en el resto del territorio y en los países vecinos la imagen es otra. Nueve días de lluvia han desnudado nuestras perennes fragilidades de la mano de la pobreza: inundaciones, derrumbes, carreteras cortadas, puentes destruidos, comunidades evacuadas e irremediablemente pérdida de vidas humanas.
Si bien es cierto los fenómenos meteorológicos de este tipo no se pueden evitar, si podemos evitar que éstos nos sigan dañando como lo han hecho hasta ahora. En ese sentido es necesario erradicar la muy tica política del "pobrecito" y dotar a las comunidades de los conocimientos y destrezas necesarios para desarrollar su capacidad de resiliencia, de lo contrario estaríamos condenados a vivir eternamente en un clima total de adversidad.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Piña... bendita piña


En los últimos años se ha incrementado el cultivo de piña en Costa Rica en aras de exportar esa fruta a los diferentes mercados del primer mundo. El resultado está a la vista. Zonas que antes eran áreas de bosque quedaron reducidas a extensas plantaciones donde solo se ven piñales y más piñales.

Según el Foro Emmaus, una organización que aglutina a numerosos grupos ecologistas de la zona norte del país, el cultivo piñero sin prácticas ambientales sostenibles erosiona los suelos y está contaminando ríos, riachuelos y mantos acuíferos.

Las exportaciones de piña en Costa Rica, según cifras oficiales, saltaron de 208 millones de dólares en el año 2003 a 485 millones de dólares en el 2007. En ese año existían 47 empresas dedicadas al cultivo y ahora operan al menos 144, entre nacionales y transnacionales fruteras extranjeras.

Estados Unidos consume el 46 por ciento de la piña costarricense, y Europa el 49 por ciento. Del mercado europeo, Holanda es el principal importador, con 61,0 por ciento, seguido de Bélgica, con 43,3 por ciento y Alemania, con 34,7 por ciento, Italia, 32,1 por ciento, Reino Unido (25,9 por ciento) y España (3,7 por ciento).

Ya son numerosas las disputas entre los productores y los habitantes de diversas comunidades que de una manera u otra se han visto afectados por las malas prácticas agrícolas. Mientras tanto, la "inocente" piña costarricense sigue endulzando el paladar de miles de consumidores europeos y estadounidenses. Eso me recuerda el viejo dicho: “Unos se comen la piña y a otros les duele la panza”.


viernes, 1 de julio de 2011

Nuestro mundo... plástico

Los que anden por mi edad recordarán un filme de 1973 llamado Cuando el destino nos alcance dirigida por Richard Fleischer y protagonizada por Charlton Heston. Basada en la novela Make Room! Make Room! (1966), de Harry Harrison.
En el año 2022, en un futuro distópico, la ciudad de Nueva York está habitada por más de 40.000.000 de habitantes, físicamente separados en una pequeña élite que mantiene el control político y económico, con acceso a ciertos lujos como verduras y carne; y una mayoría hacinada en calles y edificios donde malvive con agua en garrafas, y dos variedades de un producto comestible, soylent rojo y soylent amarillo que son la única fuente de alimentación, ya que la producción de alimentos naturales se ha extinguido por el efecto invernadero. La compañía Soylent es una empresa que fabrica y provee alimentos procesados de concentrados vegetales. Soylent verde es el nuevo producto alimenticio sacado al mercado, basado en plancton, según la publicidad de la empresa. En realidad, el principal insumo del producto lo constituye los cadáveres de las personas que fallecen (una especie de reciclaje humano).
Pues bien parece que el destino ya nos alcanzó pues Wallace J. Nichols, biólogo marino, presidente de la Academia de Ciencias de California y miembro del Plastic Pollution Coalition, afirma que "nos estamos comiendo el plástico que desechamos". Es decir, ya forma parte de nuestra cadena alimenticia, tanto en los empaques como porque ya forma parte de los alimentos. "Hay plásticos en todos los océanos y playas del mundo. El 95% de la gente tiene ya los químicos del plástico en su cuerpo. Es una crisis a nivel mundial...el problema empieza desde la cocina de nuestras casas y se extiende hasta el océano. El mundo se está plastificando", asegura Nichols.
El asunto es sencillamente complejo, quizás no tengamos que comer soylent verde porque ya lo sustituimos por el plástico, pero eso si, cuando califiquemos a algunos de nuestros semejantes como un chico plástico al rato, lastimosamente, tengamos razón.


Reciclaje de plástico


lunes, 30 de mayo de 2011

Mayo florido

Mayo florido, mes de los lirios. Así leía en mis primeros silabarios, hace ya bastantes años, y la imagen que la frase me asociaba era la de una perfecta primavera. Pero, este mayo del 2011, está muy lejos de aquella oración infantil.
Tormentas eléctricas que ya no recordabamos, lluvias torrenciales, inundaciones, super tornados que no se han visto desde hace mucho tiempo y que ahora están a la orden del día.
Este mayo no tiene nada que ver con el mayo de la infancia, este mayo, mas que florido, es un perfecto mayo negro.

Tornado en Misouri

martes, 26 de abril de 2011

Ayer y hoy

Ayer leía una entrevista realizada a Micahel Jarraud, Secretario de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en donde expresaba que "el cambio climático es real y ya nos está afectando. La última década fue la mas caliente desde que se tienen registros. No podemos escaparnos de las leyes de la física. El efecto invernadero existe. El tema es mucho menos polémico y hay mucho menos escépticos de lo que se cree. Los medios de comunicación le han dado mucha voz a quienes no creen en el cambio climático, pero la verdad es que son muy pocos los científicos escépticos. La mayoría de los escépticos no tienen conocimientos de ciencias. Sin embargo, los escépticos son necesarios. Nos obligan a hacer mejor nuestro trabajo."
Agrega, además, que es necesario contar con periodos mas largos de tiempo para su análisis, para tener pruebas concluyentes de los efectos de ese cambio.
Pero hoy, al leer los diarios y saber que en Colombia las superinundaciones invernales han provocado ya 400 muertos y 3 millones de dannificados, conviene en preguntarse, sin ser escéptico, si tendremos tanto tiempo para empezar a reparar y mitigar los daños que ya le hemos causado a nuestro planeta.. nuestra casa.





Tomado de El Tiempo, Colombia

domingo, 20 de marzo de 2011

Vuelta 56



Debo reconocer que durante este año, 2011, he estado en silencio respecto a grandes problemas ligados al cambio climático. No comenté sobre los problemas de las lluvias en Brasil, las inundaciones en Australia, las super tormentas que azotaron el hemisferio norte y cuya cola llegaron hasta mi país. Incluso la tragedia japonesa (o las tragedias por que ya suman tres encadenadas) no me han movido a escribir.
Pero hoy, que cumplo mi periplo 56 alrededor del sol, hoy que cierro el octavo ciclo de siete años e inicio un nuevo periodo, hoy, no podía dejar de asomarme a mi blog. Hoy la vida se me viene a raudales y no puedo menos que maravillarme ante ese milagro, perenne y cotidiano que nos pasa frente a los ojos y que a veces ignoramos. Hoy quiero vivir lo que resta de mi vida sin dejar escapar esos detalles. Hoy quiero heredar a mis descendientes el derecho y la consciencia de vivir en un mundo sin daños, un mundo vasto y apto para la vida.


Horquetas, Sarapiqui, Costa Rica