miércoles, 17 de marzo de 2010

Acerca del 2012

En estos días en que nos abruman y acosan las voces apocalipticas, desde peliculas taquilleras hasta programas televisivos en History Channel, debo confesar, y con alivio, que se ha aclarado el asunto del calendario Maya y su predicción del fin del mundo. Aquí va:









miércoles, 3 de marzo de 2010

Rompiendo el silencio...


Confieso que tras la desilusión sufrida por el resultado de Copenhague, no quería seguir alimentando este blog. Sin embargo, los recientes terremotos de Haití y Chile me han aguijoneado a retomar esta quijotada, sin que me importen los gringos ni los chinos con sus poses mercantilistas.

Ciertamente los dos fenómenos no están asociados con el cambio climático pero sus efectos inciden en él. La reconstrucción de Haití plantea retos medioambientalistas a un empobrecido país, en donde el principal objetivo de la población es sobrevivir. A toda costa... pero sobrevivir.

El caso chileno plantea otro tipo de variables. De acuerdo con Richard Gross, geofisico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, resultados preliminares de un estudio parecen mostrar que el sismo "debería haber acortado la duración de un día terrestre en unos 1,26 microsegundos". Asimismo, movió el eje de la tierra, en el que se equilibra el planeta, en unos 8 centimetros.

Por aquí y allá ya se han levantado algunas voces, y los apocalipticos de la oficina me han recordado la famosa profecía maya de que el mundo se acabará el 22 de diciembre del 2012, y que este fenómeno es un claro adelanto de tal evento. Entonces, dicen "para qué preocuparnos del cambio climático?". Oid gringos y chinos, no estaís solos !.

Foto: Jotape