miércoles, 28 de noviembre de 2012

Kioto II

Desde ayer se discute en Doha una segunda parte del Protocolo de Kioto. La importancia de este evento radica en que dicho acuerdo, firmado en 1997 y que expira el próximo 1º de diciembre, es el único tratado legalmente vinculante que fija objetivos cifrados de reducción de gases con efecto invernadero en los países industrializados.
Esa es la razón de que las pequeñas islas expuestas al calentamiento global, exhortan en Doha, a actuar de manera apremiante, de cara a un posible desastre de gigantescas proporciones. "Ya no podemos pretender más que no es nuestra responsabilidad tomar medidas y hacerlos de manera urgente", expresa Marlene Moses como representante de  la Alianza de  los Pequeños Estados Insulares, que consta de 44 miembros, vulnerables al aumento del nivel del mar. "Desde hace siete años" los países industrializados "hablan y hablan y hablan, pero llega el momento en que hay que hacer el trabajo. Y ese momento llegó" agrega.
Dado el resultado de otras cumbres, un fracaso de Kioto II solo aumentará la desconfianza entre los países desarrollados y en desarrollo, en las ya de por sí largas y laboriosas negociaciones sobre la lucha contra el cambio climático realizadas desde 1995. 
En las últimas cumbres ha sido notorio la falta de voluntad política de las naciones desarrolladas para con el resto de los países. No se si peco de ingenuidad, una vez más, pero si en Kioto II no salen resultados positivos, quizás sea nuestra oportunidad postrera de echarle una manita al planeta tierra... (como anoto siempre): nuestra casa.

Tomado de La Vanguardia.com

viernes, 16 de noviembre de 2012

Réquiem

No sé si será efecto del cambio climático. Pero en mi país el poder legislativo (Asamblea Legislativa) se está llenando de unas curiosas criaturas que se caracterizan por actuar para sí y sus intereses, ya suman 38. Algunos los llaman lamebotas, ellos se autodenominan padres de la patria. No sé a cual patria se refieren, a la mía o a la de ellos. Si es a la mía, me preocupa, pues la decisión, oculta por el secretismo del voto, de no reelegir a un magistrado de la Sala Constitucional, es un acto que atenta contra la democracia (si es que ésta no es una ilusión) y sus instituciones. 
No se trata de un magistrado cualquiera, sino de un hombre probo, cuya valentía se ha mostrado al no hincarse ante la casta política y sus mascotas (los lamebotas). Hoy Costa Rica está de luto, este acto es la culminación de una serie de intentos de acallar al pueblo con garrote y de acallar los medios de comunicación con una ley mordaza. 
Si el cambio climático no nos mata antes, esto es un réquiem por mi patria.